En este contexto, Digital-IA: Educomunicación para la Paz presenta el documental ‘Desinfodemia, democracias en riesgo’.

“El documental ‘Desinfodemia, democracias en riesgo’ permite comprender la trastienda de la desinfodemia y los modelos que la alimentan, mostrando cómo estos afectan directamente la toma de decisiones y la convivencia democrática”, explicó Lucy Pérez, directora del programa Digital.IA Educomunicación para la Paz.

La producción combina investigación periodística, entrevistas con expertos latinoamericanos y una puesta en escena que facilita la comprensión de un problema complejo y urgente. Además, subraya la alfabetización mediática y el pensamiento crítico tecnológico como pilares fundamentales para construir sociedades más resilientes frente a la manipulación informativa.

El impacto del documental ha sido reconocido a nivel internacional. Desinfodemia, democracias en riesgo recibió el Premio Especial Contra la Desinformación otorgado por CRE@TEI, el certamen de televisiones públicas más importante de Iberoamérica, destacando su aporte a la defensa de la información veraz y la democracia.

Según datos del programa, cerca del 68 % de la población mundial está conectada a internet y aproximadamente el 62 % del contenido que circula es dudoso o falso, una realidad que también impacta a Colombia. Frente a este panorama nace Digital.IA, el primer ecosistema público y gratuito de Alfabetización Mediática e Informacional del país, cuyo objetivo es formar a la ciudadanía en el uso ético, crítico y responsable de los medios y la información.

El ecosistema incluye:

•    Cursos gratuitos en línea disponibles aquí. •    Producciones audiovisuales educativas, como Desinfodemia, democracias en riesgo •    Botilito, el primer agente de Inteligencia Artificial especializado en AMI, que próximamente lanzará un kit de herramientas forenses para identificar contenidos multimedia alterados por inteligencias artificiales generativas.

A través de AcadeMia Digital-IA, la iniciativa promueve el paso del consumo pasivo al prosumo informativo ético, responsable y con enfoque de paz, ofreciendo cursos como:

•    Crossmedia + AMI + IA: creación de universos narrativos, periodismo ciudadano y autoría en redes. •    Multimedia + sostenibilidad + desafíos ciudadanos: comunicación digital, edición de video, análisis de audiencias, monetización y paz mediática. •    Transmedia: storytelling, marketing, gamificación e influencia en múltiples plataformas.

¿Cómo acceder?

Las personas interesadas en iniciar su proceso de autoformación pueden ingresar al siguiente link, elegir el curso de su interés, hacer clic en “Ir al curso” y registrarse con su correo electrónico o una red social.

Con ‘Desinfodemia, democracias en riesgo’, Digital-IA reafirma su compromiso con una ciudadanía informada, crítica y consciente, capaz de enfrentar los desafíos de la desinformación y fortalecer la democracia en la era digital.

El cine colombiano no solo se ve en salas: también se comparte, se conversa y se construye en comunidad. Esa es la base de La Ruta del Jaguar, un proyecto que recorrerá distintos territorios del país con funciones al aire libre, talleres y espacios de diálogo alrededor del cine independiente. La iniciativa busca ampliar el acceso a producciones nacionales y acercar los procesos creativos a públicos diversos.

La Ruta del Jaguar es un proyecto de DOC:CO, organización que desde 2018 trabaja en la distribución y promoción del cine independiente colombiano. Su directora, Consuelo Castillo, explicó que esta nueva edición retoma el recorrido tras una pausa de dos años y será posible gracias a la financiación privada y al aval de Cocrea. “La idea es poder compartir todo el conocimiento que hemos construido durante cinco años trabajando en distribución”, señaló en ‘Amantes del Círculo Polar’.

El recorrido contempla 12 funciones, con cuatro películas diferentes, acompañadas de charlas de reflexión, crítica e intercambio de perspectivas. Además, incluye talleres especializados en producción, distribución y circulación audiovisual. Castillo detalló que no se trata solo de mostrar películas: “Muchas veces la gente únicamente ve la cinta, pero no se da cuenta de todo lo que hay detrás. Queremos compartir eso con las regiones”.

Las primeras paradas de La Ruta del Jaguar serán Aguazul (Casanare) y Honda (Tolima), donde se realizarán proyecciones al aire libre y encuentros formativos con directores, productores y equipos creativos. “Vamos a estar cinco personas haciendo talleres, compartiendo cómo se hace producción y distribución, y mostrando cine colombiano en espacios abiertos”, explicó Castillo, resaltando el trabajo directo con las comunidades.

Uno de los aspectos más significativos del proyecto es su relación con los públicos. Según Castillo, muchas personas conocen poco del cine colombiano actual, pese a que se producen entre 60 y 70 películas al año. “Lo más bonito es cuando la gente las ve y dice: no puedo creer que este sea el cine que se hace en Colombia y que no lo conozcamos”, afirmó. Para ella, estas historias conectan porque son cercanas a la vida cotidiana de las regiones. El nombre del proyecto no es casual. El jaguar, símbolo central de la iniciativa, representa la fuerza para moverse en un entorno complejo. “El jaguar nos ha enseñado cómo vivir en la jungla”, dijo Castillo, refiriéndose a los retos de sostener una empresa cultural liderada por mujeres dentro de la industria audiovisual. Con este espíritu, La Ruta del Jaguar propone que el cine sea una herramienta de encuentro, reflexión y circulación cultural en los territorios.

Uno de los aspectos más significativos del proyecto es su relación con los públicos. Según Castillo, muchas personas conocen poco del cine colombiano actual, pese a que se producen entre 60 y 70 películas al año. “Lo más bonito es cuando la gente las ve y dice: no puedo creer que este sea el cine que se hace en Colombia y que no lo conozcamos”, afirmó. Para ella, estas historias conectan porque son cercanas a la vida cotidiana de las regiones.

El nombre del proyecto no es casual. El jaguar, símbolo central de la iniciativa, representa la fuerza para moverse en un entorno complejo. “El jaguar nos ha enseñado cómo vivir en la jungla”, dijo Castillo, refiriéndose a los retos de sostener una empresa cultural liderada por mujeres dentro de la industria audiovisual. Con este espíritu, La Ruta del Jaguar propone que el cine sea una herramienta de encuentro, reflexión y circulación cultural en los territorios.

¿Es la hoja de coca una droga peligrosa? Esta pregunta fue abordada recientemente por la Universidad de Harvard en un artículo publicado en la revista científica Science, donde se planteó la necesidad de retirar este recurso natural de la lista de drogas peligrosas.

Un debate que hoy trasciende las políticas públicas y se convierte en musa de inspiración para el séptimo arte. Así nace ‘Tinta Dulce’, un cortometraje que sigue el camino de mujeres artesanas de distintas regiones de Colombia, quienes encontraron en la hoja de coca no solo un pigmento natural, sino una forma de resignificar su historia y fortalecer sus comunidades.

“La hoja de coca está profundamente estigmatizada. En 2021 nos encontramos con un libro de la diseñadora Martha Sastre, quien ha trabajado la tintura con hoja de coca sobre seda. A partir de ahí empezamos a investigar y a trabajar en el Cauca, y nos dimos cuenta de que esta práctica también existe en la Amazonía, entre pueblos aymaras en Bolivia y en comunidades nasa del Cauca. Ese hallazgo nos devolvió a una práctica ancestral”, explicó Mónica Suárez, una de las líderes del proyecto, en los micrófonos de ‘Amantes del Círculo Polar’.

El cortometraje acompaña a artesanas de Curití, en Santander; Guacamayas, en Boyacá; y Sutatausa, en Cundinamarca, quienes integraron la tintorería con hoja de coca a sus oficios tradicionales. A través de fibras, textiles y saberes heredados, estas mujeres han buscado transformar una relación históricamente marcada por prejuicios en una oportunidad de progreso económico, creativo y colectivo.

La producción audiovisual, realizada por la productora La Vuelta al Día y el estudio de diseño Ginger Blonde, recoge las experiencias de las artesanas que han sido acompañadas por el proyecto ‘Tinta Dulce’, que es un referente de cómo la relación de las personas con la hoja de coca puede ser transformada si se utiliza como pigmento natural para la moda, el arte y los oficios artesanales.

La película fue seleccionada para el ciclo de cine ‘Coca y Territorio: diálogos para nuevas narrativas’ en Chile y se proyectó el pasado 22 de noviembre en el Centro Ceremonial de Pueblos Originarios de Peñalolén, abriendo un diálogo sobre los usos ancestrales y culturales de la hoja de coca. 

La pieza audiovisual completa ya se encuentra disponible para todo público en YouTube. Para conocer más información del proyecto puede visitar el siguiente link.

Al norte del departamento de Bolívar, el verde abraza los patios y los tambores marcan el pulso de cada amanecer. En la región de María La Baja, retumba el Bullerengue, un canto que sostiene la memoria y se convierte en la fiesta donde la comunidad se reúne para celebrar la vida.

Tradición que se enmarca con las voces de las cantaoras, el tambor alegre que guía, el llamador que conversa, el baile sentao, la chalupa y el fandango. Un compendio de raíces y tradiciones que inspiraron a Alejandro Nieto para llevar esta historia al mundo del séptimo arte.

“Yo trato de construir la historia del bullerengue a través de estos personajes que me contaron sus relatos desde el punto de vista de la memoria, la tradición y la sanación. Decidí que el documental no tuviera un narrador oficial porque quería que todo fluyera desde la emoción: Desde quien habla, desde la música y desde el espectador, que seguramente querrá mover su cuerpo en la sala de cine”, contó Nieto en los micrófonos de ‘Amantes del Círculo Polar’.

Durante el mes de noviembre, ‘Bullerengue: memoria, sanación, libertad’, se estrenó en las salas de cine del país. La cinta se adentra en los territorios sonoros y espirituales del género sin recurrir a explicaciones académicas, con un formato en donde la cámara se mueve casi al ritmo del tambor, acompañando a quienes encuentran en esto un refugio y una forma de resistencia.

Allí diversos testimonios van tejiendo un mapa emocional al son de la música. Para la reina Moraima Margarita Pérez Cabarcas, el bullerengue es un ritual de vida. Para la cantaora Sandra Margarita Pérez Arias es un acto de sanación. Para Willman León Orozco, presidente de la Corporación Cultural Chumbún Gale Compae, es paz. Y para Harlan Rodríguez Torres, gestor cultural, es la columna vertebral de la identidad de María La Baja.

Aunque el director Nieto es bogotano de pura cepa, decidió apostarle a esta historia como su ópera prima junto al trabajo de la productora Paula Villazón Sandoval. En el film reconocen también la labor de las líderes y maestras que han logrado que el bullerengue se enseñe en las escuelas, resaltando eventos como el Festival Infantil de Bullerengue, activo desde 2018, donde los niños aprenden a cantar, bailar y tocar como sus mayores.

La obra trasciende el Caribe y las grandes ciudades colombianas y ha sido reconocida en diferentes festivales como el Festival Internacional de Cine de Pasto, el Milton Keynes International Film Festival y el Universal Movie Awards, donde obtuvo el premio a Mejor Largo Documental.

Después de un destacado paso por algunos de los festivales más importantes del mundo, ‘Culebra negra’, la película colombiana dirigida por el francés Aurélien Vernhes-Lermusiaux, se prepara para su estreno en los cines nacionales el próximo 21 de noviembre de 2025. El largometraje, rodado en el imponente desierto de La Tatacoa, en el Huila, aterriza en la cartelera tricolor con el esquivo visto bueno de la crítica internacional.

La cinta tuvo su estreno mundial en la sección ACID del 78º Festival de Cannes, un espacio reconocido por impulsar propuestas arriesgadas y poéticas dentro del cine de autor. Su recorrido continuó en el Festival Internacional de Cine de Río de Janeiro, el Festival de Cine de Biarritz – América Latina y el Festival de Cine Francés en Colombia, donde fue elegida como película de clausura. Esta presencia constante en vitrinas internacionales ha consolidado a ‘Culebra negra’ como una de las producciones latinoamericanas más destacadas del año.

En la cinta los espectadores conocerán a Ciro, un hombre que vuelve a su tierra natal después de años de ausencia para acompañar a su madre en sus últimos días de agonía. Su retorno al desierto de La Tatacoa desencadena un encuentro con los fantasmas del pasado, un linaje roto y las huellas invisibles de un territorio hostil pero hermoso a su manera.

Este proyecto, con talento mayoritariamente colombiano, reúne a tres casas productoras que han marcado el cine contemporáneo: Burning, productora colombiana liderada por Diana Bustamante Escobar; la francesa Dublin Films de David Hurst; y la brasileña Vulcana Cinema Brasil, dirigida por Jessica Luz y Paola Wink. Una alianza transnacional que no solo amplía el alcance del filme, sino que refleja uno de sus ejes temáticos: la identidad que se construye al transitar diferentes territorios.

Uno de los puntos más destacados del filme es la manera en que integra el paisaje colombiano dentro de su propuesta estética. La Tatacoa no aparece como un escenario aislado, sino como un ente vivo que respira junto a los personajes. 

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El resultado es una obra que se mueve entre el realismo y lo simbólico, entre la crudeza de la naturaleza y la fragilidad humana. Su propuesta sensorial la acerca a un nuevo cine latinoamericano que apuesta por lo contemplativo y por narrativas que dialogan con la memoria, la identidad y el territorio.

El elenco de esta producción está integrado por Alexis Lozano Tafur, Miguel Ángel Viera, Ángela Rodríguez, Laura Valentina Quintero y Virgelina Gil Sáenz, con quienes ‘Culebra negra’ promete ser uno de los estrenos más significativos del año en Colombia. Su llegada a las salas nacionales no solo celebra el talento local y la potencia turística y visual de La Tatacoa, sino también el crecimiento de un cine que se impulsa desde lo estético y geográfico.

El periodista y cineasta colombiano Jhon Jatenjor presentó ‘Evolution of Horror Cinema Worldwide’, un documental monumental que repasa más de un siglo de cine de terror y analiza cómo el miedo ha cambiado junto con la sociedad. Con una duración de 564 minutos, la producción se estrena en 2025 y promete ser una experiencia tan extensa como inquietante.

Durante su conversación en ‘Amantes del Círculo Polar’, Jatenjor explicó que el proyecto surgió de un interés personal por entender el lenguaje del miedo. “Este trabajo nace de mirar el terror no solo como un género cinematográfico, sino como un espejo de las emociones humanas. El miedo cambia con el tiempo, pero nunca desaparece”, comentó el realizador.

El documental recopila escenas, fragmentos y entrevistas de directores, críticos y actores de distintas épocas. Su autor lo describe como una “arqueología del miedo”, una búsqueda de cómo lo monstruoso se refleja en las formas de contar. “Hay películas que marcaron generaciones enteras sin necesidad de grandes efectos. Lo más poderoso siempre fue lo que no se ve, lo que se imagina”, explicó.

En la entrevista, el equipo del programa reflexionó junto a él sobre cómo el terror ha pasado de lo artesanal a lo digital, y cómo esa evolución cambia nuestra relación con el miedo. “Antes, los efectos eran manuales, se hacían en el set, con máscaras o luces. Hoy todo es digital, pero esa crudeza del pasado tenía algo más real, más cercano”, agregó Jatenjor.

Más allá del género, la obra propone un diálogo entre la historia del cine y las emociones colectivas. El realizador señaló que ‘Evolution of Horror Cinema Worldwide’ es también un homenaje a las primeras películas que marcaron su infancia: “Crecí viendo esas historias que me daban miedo, pero que después entendí como metáforas del ser humano: la soledad, la culpa, la obsesión por sobrevivir”

Por ahora, ‘Evolution of Horror Cinema Worldwide’ queda como un archivo gigantesco del miedo: más de nueve horas de investigación que conectan épocas, estilos y formas de asustar. Un proyecto que abre la puerta para volver a mirar el terror con otros ojos y que deja la sensación de que aún queda mucho por contar lo que nos asusta y por qué nos sigue atrayendo tanto.  

La popular novela ‘The Housemaid’, escrita por Freida McFadden finalmente da el salto al cine bajo el título de ‘La empleada en hispanoamérica’. Una película, dirigida por Paul Feig y distribuida por Lionsgate que promete ser uno de los estrenos fuertes de finales de 2025 y comienzos de 2026. 

Protagonizado por Sydney Sweeney y Amanda Seyfried, dos actrices reconocidas que dan vida a los personajes principales, la cinta promete adentrarse en la tormentosa vida de Millie, una joven recién salida de prisión que busca empezar de nuevo y acepta trabajar en la elegante casa de la familia Winchester. Sin embargo, lo que parece un trabajo tranquilo pronto se convierte en una experiencia inquietante, llena de secretos y situaciones que ponen a prueba su estabilidad.

De hecho, según se ha adelantado, la vida dentro de aquella familia estará tan llena de enigmas y de escándalos que superará con creces el pasado de Millie. Una historia en la que los dilemas morales, los límites de la lealtad y los alcances de la confidencialidad pondrán al público en una encrucijada de la talla de cintas como ‘Parasite’.

El primer tráiler, presentado en CinemaCon 2025, muestra una atmósfera cargada de tensión y misterio. Es, sin duda, una película que apuesta por un estilo de thriller psicológico, con giros sorprendentes y una relación compleja entre los personajes.

De hecho, a la par de Sweeney, es Amanda Seyfried quien se roba el espectáculo con una interpretación poco común en su carrera, saltando de una amable calma a una alarmante esquizofrenia que, al menos en el trailer, parece ser el papel más exigente dentro de la trama.

Según ha expresado su director, Paul Feig, uno de los mayores retos fue trasladar al cine la sensación de encierro y estrés que caracteriza al libro. También destacó que la película mezcla momentos de tensión, sustos y un toque de humor negro.

Aunque su llegada a Colombia está prevista para el primero de enero de 2026, el público norteamericano podrá encontrarla en sus principales salas de cine a partir del 19 de diciembre. Una fecha determinante para conocer el impacto de la historia sobre los asistentes y los comentarios de la crítica especializada que suele ser bastante exigente cuando de adaptaciones literarias se trata.

El reparto se completa con Brandon Sklenar, Michele Morrone y Elizabeth Perkins, quienes aportan nuevas capas al misterio que rodea la historia.

¿Se puede crear un audiovisual en tan solo dos días? Colombia se alista para vivir una experiencia cinematográfica sin precedentes. Se trata de Proyecto 48 Colombia, una iniciativa que invita a los amantes del séptimo arte, amateurs o profesionales, a crear, grabar y editar un cortometraje en 48 horas.

Los equipos colombianos que participen en esta edición no solamente pondrán a prueba su conocimiento, sino que también podrán representar al país en Filmapalooza Lisboa 2026, el festival internacional que reúne los mejores cortometrajes del certamen global. Todo, en el marco de The 48 Hour Film Project, el concurso de cine a contrarreloj más grande del mundo.

En ‘Amantes del Círculo Polar’ hablamos con Carolina Victoria, directora de Proyecto 48 Colombia, quien se refirió a la dinámica de este desafío que tendrá su lanzamiento el próximo 14 de noviembre, en un evento que derrochará talento joven con sello colombiano.

“Todos los equipos deben hacer, desde la escritura del guion, el rodaje y la posproducción, en este tiempo de 48 horas. El cortometraje es de máximo 8 minutos, con los créditos incluidos (...) De allí sale la iniciativa de Filmapalooza, un festival hermoso donde se reúnen todos los ganadores de las 130 ciudades donde existe Proyecto 48 a nivel mundial”, manifestó la invitada, en los micrófonos de LAUD 90.4 FM ESTÉREO.

El impulso al talento nacional no parra allí. Los ganadores de Filmapalooza recibirán un pase directo al Short Film Corner del Festival de Cannes, una de las vitrinas más prestigiosas para nuevos realizadores en el circuito internacional. Esta conexión convierte a Proyecto 48 Colombia en un verdadero puente entre el talento audiovisual nacional y los escenarios más influyentes del cine mundial.

El trabajo en equipo y el compartir de saberes es un pilar importante de esta dinámica audiovisual, por lo cual no hay límite a la hora de participar. Así mismo, no hay requerimientos técnicos que impidan a todos los interesados exaltar su creatividad incluso con el uso de smartphones.

“La inscripción es por equipo y no hay límite de participantes. Hemos tenido grupos de 70 personas en Villavicencio, como también en Bogotá una sola persona grabando y haciendo todo (...) En Proyecto 48 no existen categorías, todos entran bajo el mismo formato y pueden grabar con cámaras profesionales, celulares…lo que importa es la escritura del guion y la historia”, acotó Carolina Victoria.

Este evento busca fortalecer la educación audiovisual, fomentar la creación independiente y proyectar a Colombia como un país diverso, creativo y competitivo a nivel internacional. La convocatoria está abierta para equipos de todo el país: productoras, universidades, colectivos o realizadores independientes dispuestos a asumir este reto cinematográfico.

Los interesados podrán inscribirse hasta el 14 de noviembre a medio día y pueden encontrar mayor información en el siguiente link. Esta es una invitación para explotar las ideas, crear en equipo y seguir imaginando desde lo audiovisual.

En medio de los atardeceres dorados de los Llanos, Shaira, una niña curiosa y valiente, sueña con participar en un festival de coleo, pero su ilusión se detiene cuando su caballo desaparece. Así comienza ‘Semillas’, el primer largometraje de la directora y guionista Eliana Niño, una historia que entreteje la magia, la tradición y la fuerza de la infancia.

Todo surge en un paisaje donde el horizonte parece infinito, la pequeña escucha a su abuelo contarle la leyenda de los animales que el cielo atrapa y que solo regresan cuando vuelve a llover. Con esa promesa en el corazón, emprende un viaje en busca de una semilla especial, capaz de hacer llover de nuevo y traer de regreso a su caballo llamado ‘Semillas’.

“Esta historia refleja la delgada línea que vivimos en la transición de la niñez a la adolescencia, y como Shaira, nuestra protagonista, empieza a tener este descubrimiento por sus cambios y transformaciones de niña a mujer (...) Me gusta explorar y entender el salvajismo inherente al ser humano, pero también observar la belleza y la sensibilidad que brotan de cada uno de estos personajes por intentar desligarse de esos instintos salvajes”, detalló la directora Niño en los micrófonos de ‘Amantes del Círculo Polar.

La película rodada entre paisajes del Llano y escenarios de ensueño, construye un universo donde la realidad se funde con el mito y se destaca la fuerza de los relatos orales que pasan de generación en generación. 

Su identidad visual y narrativa fusionada con música y poesía de la región, han llevado a esta ópera prima a importantes escenarios internacionales como el ‘41st Chicago Latino Film Festival’, el ‘Festival Internacional de Cine de las Montañas’ donde obtuvo el premio a Mejor Película del Jurado, el ‘Festival Villa del Cine 2025’ donde fue reconocida como Mejor Ópera Prima Nacional, el Festival Internacional de Cine de Pasto, el Vancouver Latin American Film Festival, el Schlingel Film Festival en Alemania, entre otros.

“Durante mi experiencia como directora, me he centrado en trabajar con mujeres, especialmente niñas, y con actores que pertenecen a la región donde se desarrolla la historia. Son personas que se asemejan mucho a las características de los personajes y que no cuentan con una trayectoria actoral previa”, agregó la directora.

‘Semillas’ está disponible al público desde este 12 de noviembre y su sede inicial será la Cinemateca de Bogotá.

Del Toro plantea la historia desde un punto sencillo: entender al otro y entenderse a uno mismo. Para él, este clásico siempre ha sido más un reflejo que una película de monstruos, y esa idea atraviesa toda la versión. La Criatura no aparece como un villano, sino como alguien que carga con consecuencias que nunca pidió.

El reparto ayuda a aterrizar esta visión: Oscar Isaac interpreta a Víctor Frankenstein, Jacob Elordi es la Criatura y Mia Goth da vida a Elizabeth. La película mezcla estética gótica con escenas más crudas, sin exagerar la violencia, pero tampoco suavizarla. Todo apunta a mostrar cómo cada personaje lidia con sus errores y decisiones.

Más que terror, lo que aparece en pantalla es una relación rota entre quien crea y quien es creado. Hay silencios incómodos, momentos tensos y escenas que invitan a mirar los conflictos de frente, sin idealizar a nadie. Del Toro toma el texto original como base, pero lo lleva a una lectura más actual, enfocada en responsabilidad y consecuencias.

Para quienes disfrutan historias que dejan algo en qué pensar, esta versión ofrece un buen punto de partida: diferencia, abandono, necesidad de reconocimiento y preguntas que cualquier persona puede aplicar a su propia vida. También funciona para quienes solo buscan una película bien hecha, con ritmo, buenas actuaciones y una estética cuidada.

En conjunto, Frankenstein de Del Toro es un plan directo y claro: una versión del clásico que no se enreda, no decora lo duro y ofrece una mirada más humana sin caer en sentimentalismos. Una opción ideal para quienes quieren ver algo distinto, pero sin complicaciones.