El compromiso con la sostenibilidad y conservación ambiental de Bogotá sigue creciendo y el aporte tecnológico ha jugado un papel fundamental para hacer más fácil la disposición de los residuos de las familias y las compañías.

Es así como Alejandro Castellanos, estudiante de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, formuló un proyecto que aporta al medio ambiente. Su nombre es Econecta, una aplicación móvil que enlaza a una persona que desee realizar la comercialización o donación de un residuo aprovechable, con el recuperador ambiental de la zona en donde está ubicada la solicitud.

 “La idea nació en pandemia con el deseo de crear un sistema que fuera útil, funcional y que aportara a la ciudad, pues en esa época se empezó a ver la carencia de un servicio de recolección y vi la oportunidad de poder solucionar esta problemática”, explicó el estudiante para el programa ‘CiberPlaneta’.

Según el Observatorio de Residuos de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos -UAESP- de la Alcaldía de Bogotá, un gran porcentaje de basura que llega al relleno son aprovechables, siendo estos en su mayoría un 45,83 % orgánicos, 14,76 % plásticos y 13,67 % de papel, cartón y similares como empaques tetrapack.

“Es común ver que las personas sacan una bolsa blanca con los residuos que se suponen son reciclables, pero muchas veces no es así y estos no resultan aprovechables, haciendo que se genere más congestión en los botaderos. Por eso nuestra aplicación conecta al recuperador ambiental con la comunidad para que se haga una correcta disposición con su ayuda”, resalta Castellanos.

Además, Econecta cuenta con una estrategia que pretende generar un valor agregado al usuario que decida reciclar, consiste en ofrecer un precio por la bolsa que está entregando al reciclador, con el fin de motivar a los hogares en el buen desarrollo de la actividad o puede donarlo, teniendo en cuenta que cientos de recuperadores viven de esta labor.

Finalmente, se espera mejorar la capacidad de reciclaje de la capital, aportando grandes beneficios en la logística y conexión entre las partes interesadas, reduciendo la cantidad de residuos dispuestos en los rellenos sanitarios y mejorando las condiciones de vida de la población de recicladores.