A cuarenta años de la tragedia que sepultó a Armero bajo el lodo y el olvido, el periodista y escritor Jorge Manrique Grisales vuelve a los pasos de aquel fatídico 13 de noviembre de 1985 en su nuevo libro ‘Armero: la furia de un volcán y el olvido de los hombres’. Una obra que busca rescatar la memoria de una ciudad borrada por la naturaleza y, sobre todo, por el olvido.

Se trata de un libro de 300 páginas que combina historia, ciencia y testimonio para reconstruir no únicamente los hechos, sino también el contexto social y político que rodeó la tragedia. Su autor, Jorge Manrique, quien cubrió la erupción del Nevado del Ruiz como reportero de El Espectador en 1985, recopiló cuatro décadas de investigación, con mirada profunda y crítica, no solo hacia la naturaleza, sino hacia los errores humanos que condenaron a los armeritas.

En entrevista con ‘Amantes del Círculo Polar’ el escritor reveló sus motivaciones, la estructura de su obra y las reflexiones que como periodista ha repensado, año tras año, desde la noche fatal en que como si de un castigo se tratara, la naturaleza borró a Armero y a sus habitantes en una sola noche.

“Yo llegué a Armero a las 6:30 a.m. de ese 14 de noviembre de 1985 y fui testigo de lo que el mundo conoció como la desaparición completa de una población que para esa época tenía cerca de 29.000 habitantes. Desde entonces he seguido la pista de este acontecimiento haciéndome muchas preguntas”, reveló
El texto no solo se limita a las horas finales de Armero. En sus páginas se viaja al pasado, para repasar la historia del volcán desde los tiempos coloniales y explicar cómo la geografía del cañón del río Lagunilla se convirtió en trampa mortal para una ciudad próspera.

Luego, tras relatar algunas erupciones previas, se reconstruye, hora a hora, la noche del 13 de noviembre de 1985, cuando la advertencia científica no bastó para evitar la muerte de miles de personas para, finalmente, explorar las cicatrices que aún persisten en la memoria colectiva: la pérdida y la lenta desaparición de Armero en la conciencia nacional.

“Comencé a construir esos relatos, pero no como siempre lo hicimos los reporteros: haciendo la reportería y contando lo que nos dijeron. Si no también interpretando un poco el por qué la gente piensa de esa manera y por qué hoy en día tienen ese resentimiento tan grande con el papel del Estado frente a lo que sucedió”, agregó el autor.

En su obra Jorge Manrique trasciende su papel de reportero para adentrarse en lo que él llama una “arqueología social”, en la que la memoria de los sobrevivientes, las fotografías y los testimonios se convierten en piezas de un rompecabezas que el país no termina de armar.

A cuatro décadas del desastre, ‘Armero: la furia de un volcán y el olvido de los hombres’ se alza como un ejercicio necesario de memoria y reflexión. Un recordatorio de que las tragedias naturales pasan, pero el olvido es la verdadera tragedia que termina sepultando pueblos enteros, y a sus sobrevivientes, bajo el peso de la indiferencia.