Con angustia, lucha y explosión de alegría. Cuando la hinchada ya se resignaba a esperar la última fecha o depender del resultado entre Junior y América, apareció el héroe inesperado. Juan David Arizala, que ingresó desde el banco, anotó un golazo en el minuto 94 y le dio al DIM el tiquete directo a la final del fútbol colombiano.

El poderoso venció 2-1 a Deportes Tolima en un partido lleno de emociones, errores, polémicas y momentos de gran intensidad. Con la victoria, llegó a 13 puntos y se volvió inalcanzable en el Grupo A de los cuadrangulares. Ahora, tendrá la última fecha para rotar su nómina y preparar la gran final mientras espera al ganador del Grupo B.

Medellín se ilusionó desde temprano

El equipo rojo salió decidido desde el pitazo inicial, empujado por la fuerza de su hinchada en el Atanasio Girardot. Al minuto 3, Léider Berrío ya había probado con un tiro libre que exigió a Cristopher Fiermarín. Tolima respondió de inmediato con una llegada de Gustavo Ramírez, que fue bien contenida por la defensa local.

El VAR apareció temprano tras una jugada polémica entre Jhon Palacios y Adrián Parra. Aunque parecía penal a favor del Tolima, el volante partía en fuera de lugar. El susto sirvió de impulso para Medellín, que al minuto 18 abrió el marcador con un golazo de Léider Berrío: asistencia de Brayan León, control perfecto y derechazo al ángulo para el 1-0. Fiesta en Medellín.

El resto del primer tiempo se tornó cortado, lleno de roces y discusiones. Tolima buscó por la vía aérea, pero la defensa del DIM respondió con solidez.

Tolima presionó, Arizala definió

En el segundo tiempo, el equipo visitante tomó el control del partido. Jersson González tuvo dos oportunidades claras, pero falló ambas. Nieto lo intentó con remates de media distancia, y finalmente, en el minuto 70, llegó el empate: un error de Francisco Chaverra en el despeje terminó en los pies de Gonzalo Lencina, que no perdonó y puso el 1-1.

Medellín respondió con cambios ofensivos: ingresaron Daniel Londoño, “Chino” Sandoval y Marcus Vinicius. El Tolima, obligado a ganar, dejó espacios atrás… y el DIM lo aprovechó.

Cuando el reloj marcaba el 94’, apareció Arizala. El joven volante recibió en el área, enganchó hacia adentro y con un zurdazo cruzado desató la locura en el estadio. Un gol de otro partido, un gol de final.

El sueño de la séptima

Con esta victoria, el Medellín no solo aseguró su presencia en la final, sino que confirmó su gran momento futbolístico. El equipo de Alfredo Arias jugará la última jornada con tranquilidad, pensando ya en la disputa por su séptima estrella.

La historia del DIM no podía ser diferente: sufrió, luchó y al final celebró.