El Cúcuta Deportivo volvió a encender la alegría de toda su afición: después de tres años en la segunda categoría, el cuadro Motilón regresó oficialmente a la primera división del fútbol colombiano. El ascenso llegó tras derrotar 2-1 a Real Cundinamarca en el tiempo reglamentario y vencer 3-2 en la tanda de penales, en una final vibrante disputada en el estadio General Santander.

Un partido de infarto en casa rojinegra

La final había comenzado cuesta arriba para los nortesantandereanos. En el duelo de ida, Real Cundinamarca había ganado 1-0 en Bogotá, obligando al Cúcuta a remontar ante su gente. Y así lo hizo.

En los primeros minutos en el partido de vuelta, los Motilones mostraron carácter y ambición. A los 12 minutos, Lucas Ríos abrió el marcador con un remate preciso desde el centro del área, desatando la euforia de las más de 32.000 personas que colmaron el estadio.

Sin embargo, cuando mejor jugaba el local, un contraataque letal permitió que Andrey Rocha igualara la serie global, dejando a Real Cundinamarca momentáneamente como campeón al cierre del primer tiempo.

Una remontada para la historia

En la segunda mitad, Cúcuta no bajó los brazos. Jhonatan Agudelo apareció con un gol clave para poner el 2-1 y forzar la definición desde el punto penal.
La tanda fue tan dramática como el partido. Ambos porteros, Ramiro Sánchez y Kevin Cataño, atajaron dos cobros cada uno, manteniendo viva la tensión hasta el final. El encargado de sellar el ascenso fue Cristian “El Jopito” Álvarez, quien convirtió el quinto cobro y desató la celebración rojinegra.

Un triunfo que marca el regreso del Motilón

El ascenso del Cúcuta Deportivo no solo representa una victoria deportiva: es el renacer de un equipo histórico que vuelve a la primera división tras una etapa difícil, reafirmando el apoyo incondicional de su hinchada y del fútbol nortesantandereano.

La ciudad celebra y el General Santander vuelve a ser escenario de primera A. El Motilón está de regreso.