El estadio de La Caturja en Sevilla fue el escenario en el que se disputó la final de la Copa del Rey, que dejó a Barcelona como campeón tras un intenso partido que acabó 2-2 en el tiempo reglamentario, pero que las azulgranas lograron el gol decisivo con Jules Koundé para conseguir alzar el trofeo. 

La gran final estuvo a la altura, pues Barcelona abrió el marcador con un gol de media distancia a cargo de Pedri, que logró clavar al ángulo, dejando sin opción a Courtois. 

Real Marid buscó el camino del empate, pero este nunca llegó, no obstante, Kylian Mbappé inició en el banco de suplentes, así que se sintió más la poca ofensiva del cuadro Merengue.

El primer tiempo acabó con esa mínima diferencia a favor de los culés, pero en el complemento hubo un cambio en las ofensivas que terminó en un partidazo, digno de final. Sobre el minuto 70, Real Madrid encontró el gol del empate, luego de que Kylian Mbappé, se encargara de ejecutar un tiro libre perfecto, pues, así era como el Barcelona entregaba un espectáculo de goles. 

El clásico se abrió y el ganador quedó a la expectativa, pero más cuando Real Madrid se fue arriba en el marcador en un abrir y cerrar de ojos con Aurélien Tchouaméni con un soberbio cabezazo a los 77' tras un centro de esquina del turco Arda Güler para la remontada 2-1 que estaba siendo épica para los de Carlo Ancelotti.

Cuando se esperaba que el Real Madrid se mantuviera, al minuto 84, Barcelona sorprendió con el empate, esta vez el encargado de la hazaña sería Ferran Torres, tras una previa jugada con Lamine Yamal, que le aportó al encuentro su segunda asistencia. El partido estaba 2-2 y cualquiera de las dos escuadras era candidata a levantar el título.  

Eso sí, en los minutos de adición se creó algo de polémica por un penalti de Raúl Asencio a Raphinha, pero tras la revisión del VAR, el central de Burgos decidió que no lo fue, así que amonestó al brasileño por simulación.

Todo se fue a la prórroga en Sevilla y ambos equipos se sintieron desgastados por la gran final que se jugaron, pero sobre la agonía de este tiempo extra Barcelona estuvo mucho mejor para llevarse el juego.

Pese a que se visualizaba una definición por penaltis, Jules Koundé logró sacar un fuerte remate de media distancia que nadie en Real Madrid vio y mandó a guardar el balón a la esquina de Courtois que nada pudo hacer.

El gol de Koundé a los 115 minutos fue decisivo y el Real Madrid quedó totalmente liquidado, así Barcelona terminó celebrando el título 32 de la Copa del Rey.