Bastante sorprendidos han quedado los usuarios de la estación Bicentenario de TransMilenio, en Bogotá, con una pared de más de 150 metros cuadrados que acaba de convertirse en una muestra visual sobre la resiliencia y la capacidad humana de aprovechar las segundas oportunidades. Se trata del Mural Bicentenario ‘Tapas por la felicidad’, una obra construida con 80.000 tapas plásticas recicladas y elaborada por 24 exhabitantes de calle que hoy escriben una nueva historia de vida a través del arte.

La pieza fue presentada en el marco de la Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25 y es el resultado de una alianza entre la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, la Secretaría de Integración Social, TransMilenio y la Fundación BAT. Más que una intervención urbana, el mural es un testimonio que entrelaza sostenibilidad, cultura ciudadana e inclusión social.

Conversamos con Roberto Carlos Rincón, uno de los 24 exhabitantes de calle que participó en la creación del “Mural Bicentenario: Tapas por la felicidad”, bajo la dirección del maestro Eduardo Buitrón, el acompañamiento de la Fundación BAT, y la articulación de @integracionbta,… pic.twitter.com/6YZNRnA8ZZ

— Secretaría de Cultura de Bogotá (@CulturaenBta) November 13, 2025

Guiados por el artista colombiano Eduardo Butrón Hodwalker, los participantes aprendieron a darle un nuevo uso a lo que normalmente se desecha. Cada tapa reciclada es una pieza simbólica que representa segundas oportunidades, de las cuales ellos mismos son protagonistas.

“Trabajar con materiales reciclados es darle voz a lo que creemos que ya no sirve. Este mural quiere transmitir felicidad y recordarnos que la belleza puede surgir de lo que desechamos, igual que las personas pueden reinventarse”, expresó el reconocido artista ambientalista.

El resultado es una composición vibrante que evoca importantes símbolos capitalinos como un articulado de TransMilenio, la Catedral Primada, rostros de habitantes y exhabitantes de calle. Mensajes que dialogan con la dignidad humana, la memoria urbana y la esperanza. En ellas se reconoce a quienes han encontrado en el arte un camino para reconstruir su identidad y recuperar su lugar en la ciudad.

El arte resignifica la historia y el espacio público. En el marco de la Bienal Internacional de Arte y Ciudad #BOG25, inauguramos el “Mural del Bicentenario: Tapas por la felicidad”, una obra monumental de más de 180 metros cuadrados construida con 80.000 tapas recicladas por… pic.twitter.com/KoIvdHy0sj

— Secretaría de Cultura de Bogotá (@CulturaenBta) November 5, 2025

Roberto Angulo, secretario de Integración Social, acompañó la inauguración de la obra y la señaló como un ejemplo del poder de la colaboración: “Este mural combina sostenibilidad, participación ciudadana y resignificación urbana. Embellece un espacio emblemático y envía un mensaje de confianza e inclusión que es clave para la Bogotá que estamos construyendo”.

Así, el barrio San Bernardo, un territorio históricamente marcado por tensiones sociales profundas, es ahora escenario de una intervención artística que invita a mirar más allá de lo evidente. La estación Bicentenario funciona como una galería artística donde la ciudad puede contemplar el poder del arte para humanizar los espacios y sanar las trayectorias de vida.