En Colombia, de acuerdo con el Ministerio de Educación para el mes de abril del 2023, más de 590.000 niñas, niños y adolescentes migrantes y refugiados en el país se encuentran matriculados al sistema educativo, sin embargo, al menos 1350.000 jóvenes de nacionalidad venezolana aún no cuentan con el acceso a la educación en el territorio.

La condición de movilidad de la población refugiada y migrante la cual plantea la necesidad de implementar nuevos modelos de educación, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) representa un desafío en la transformación de las dinámicas académicas del país. No tener garantías sobre la educación de los menores agudizaría la vulnerabilidad, perpetuación de ciclos de pobreza y exposición a riesgos derivados de la violencia y el conflicto armado en la población.

A corte del año 2022, en todo el territorio nacional cerca de 3.6 millones de venezolanos se encuentran residiendo en el país y aproximadamente el 30 % son menores de edad, según las cifras entregadas por Migración Colombia.

En conversación con LAUD 90.4 FM ESTÉREO, Luis Eduardo Ríos, Oficial de Protección en UNICEF, añadió que la prestación de servicios integrales para la población en calidad de refugiada permite redignificar sus derechos “Debemos pensar en una atención a población refugiada de manera integral incluyendo también a los habitantes del territorio de acogida, ya que educar a todos los ciudadanos permitiría reducir las manifestaciones de xenofobia”, señaló Luis Eduardo.

De la misma forma Tanya Chapuisat, representante de UNICEF Colombia, añadió “las escuelas son entornos protectores que les permiten a los niños contar con alimentación, acceso al cuidado, participación y protección frente a diversas formas de violencia”.

La atención en materia educación para el sistema académico en Colombia mantiene desafíos tanto de acceso como de permanencia, ya que las causas de desescolarización de migrantes y refugiados, también responde a aspectos como falta de cupos en las instituciones educativas, el bullying y la carencia de documentación entre otros. 

Gustavo Adolfo Barreto González

Comunicador Social y periodista