Las reglas fiscales se caracterizan por ser instrumentos que les permiten a los países establecer lineamientos presupuestales en aras de garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas. A nivel mundial, Alemania fue el primer país en implementar esta medida en 1982 y para el caso de América Latina se efectuó iniciando el siglo XXI en Perú puntualmente, permitiendo que se popularizara internacionalmente. 

Aterrizando en el contexto actual, el gobierno colombiano adoptó la decisión de suspender temporalmente la regla fiscal por tres años, lo cual ha encendido alertas entre la opinión publica y pese a que el Ejecutivo insiste en que esta medida busca garantizar el gasto social y reactivar la economía, el impacto en materia de crédito, la inversión y el costo de vida será inevitable.

Es de señalar que la activación de la cláusula de escape implicaría una flexibilización excepcional de esta norma, permitida en contextos extraordinarios. Esta opción legal ya fue utilizada en 2020 durante la pandemia por Covid-19.

LAUD 90.4 FM ESTÉREO consultó a Diana Barreto, docente de Derecho Tributario de la Universidad Católica para indagar acerca de las consecuencias para Colombia de dicha suspensión: “Según la ley 1473 del 2011, en el país el gobierno no se debe endeudar, sino hasta entre un 55 % del PIB y un 71 % del PIB. Eso en términos generales dado que nuestras finanzas o los ingresos que recibe el Estado deberían de manejarse de manera adecuada frente a sus gastos. Lo que está ocurriendo ahora es que tenemos un gasto un poco alto y eso hace que se aumente ese nivel de endeudamiento”.
 

Otro rasgo de este análisis da a entender que el déficit fiscal podría llegar al 7,5 % del PIB en 2025, lo que lo convertiría en el segundo más alto en más de un siglo, superado exclusivamente por el registrado durante la crisis sanitaria global de 2020.

“En el largo plazo puede generar que las tasas de interés que nos da, por ejemplo, un fondo monetario internacional, que es el que nos presta la plata, pueda aumentar. Por citar un ejemplo: Cuando debo una cuota en la tarjeta de crédito y lo que estoy haciendo es sacar un avance de la tarjeta de crédito para pagar la misma deuda de la tarjeta de crédito, es endeudarse más, o simplemente tapar huecos”, argumentó la Dra. Barreto. 

Cabe resaltar que el levantamiento temporal de la regla fiscal aumentaría la necesidad de financiamiento a nivel externo e interno, fomentando un aumento de la deuda pública y un riesgo para los inversionistas, quienes podrían exigir mayores tasas de interés para compensar la percepción de inestabilidad fiscal. También, los efectos se trasladarían al costo del crédito para empresas y hogares, así como a los precios de bienes importados.

“El Comité Autónomo de la Regla Fiscal, es un comité que es independiente y está encargado de hacerle el seguimiento a su cumplimiento, emitir recomendaciones, diciéndole al gobierno, mire, no le recomiendo suspender la regla fiscal, mantengámosla, porque en últimas es el Ministerio de Hacienda el que la maneja”, concluyó la docente de la Universidad Católica.

Un alza en los rendimientos exigidos por los inversionistas implicaría pérdidas de valor en los portafolios actuales, afectando la rentabilidad de los recursos de los afiliados. Igualmente, reflejaría una pérdida de confianza en la estabilidad económica y que cada nuevo peso de deuda emitido resultaría más costoso lo que podría absorber mayormente el presupuesto nacional.