Siendo el exceso de velocidad el principal factor de riesgo en la ocurrencia de los siniestros viales, los estudios observacionales de peligro en los corredores de la ciudad arrojan que, durante el último año, el porcentaje de conductores que excedió el límite pasó de 42 % a 30 %, es decir, que las personas están respetando los límites con respecto a las rutas. 

“Una vez aplicada la metodología de la Agencia Nacional de Seguridad Vial en los 14 corredores principales de Bogotá, se ha confirmado que la velocidad máxima en la ciudad debe mantenerse en 50 km/h. Por lo cual el objetivo es lograr cero muertes por siniestros viales y garantizar que todas las personas puedan transitar con seguridad”, explicó Claudia Díaz, Secretaria Distrital de Movilidad en rueda de prensa.

Por lo pronto, 14 principales corredores viales de la ciudad permanecerán con dicho límite de velocidad como es el caso de la Autopista Norte, Autopista Sur, NQS, Avenida Boyacá, Avenida Ciudad de Cali, Avenida Primero de Mayo, Avenida Caracas, Avenida Las Américas, Avenida Suba, Calle 26 (Avenida El Dorado), Calle 80, Carrera Séptima, Carrera 68 y la Avenida Centenario (Calle 13).

Por otra parte, a corte de marzo de 2025 se pudo evidenciar que los motociclistas son quienes más exceden la velocidad debido a que 5 de cada 10 van por encima del límite y el 47 % de las víctimas hacen parte de este grupo.

Ante ese panorama, es importante anotar que las 12 ciudades apoyadas por la iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS) en América Latina, revelaron que actualmente Bogotá ocupa el octavo puesto de las ciudades donde más se excede el límite de velocidad, lo que representa un mejoramiento en esta conducta, teniendo en cuenta que en 2022 la capital colombiana ocupó el tercer lugar. 

“Este resultado evidencia el impacto positivo de la gestión de la velocidad en Bogotá, como lo demuestra el informe de seguridad vial elaborado por la Universidad Johns Hopkins, lo cual da a conocer un avance que salva la vida de las personas”, manifestó Andrés Vecino, experto de dicha institución en ‘Revista de la Mañana’. 

Es así como el Plan de Gestión de Velocidad combina infraestructura, control, comunicaciones y pedagogía para priorizar la vida de quienes transitan en las vías, un contexto que ha consolidado a Bogotá como referente regional en gestión de velocidad, lo cual se traduce en la labor que sigue latente por garantizar vías seguras y eficientes para toda la ciudadanía.