Desde el primero de junio comenzó a regir el Decreto 0572 de 2025 por medio del cual el Ministerio de Hacienda tomó una medida extraordinaria para hacerle frente a los desafíos financieros que atraviesa el país adelantando el cobro de la retención en la fuente correspondiente a 2026, trasladándolo al año en curso. Así las cosas, se modifican las tarifas de autorretención y las bases mínimas para hacer esta práctica a título de impuesto sobre la renta.

Germán Torres, profesor del programa de Contaduría de la Universidad Central explicó en LAUD 90.4 FM ESTÉREO las consecuencias de este recaudo: “La persona que va a una empresa, que realiza alguna labor de servicio general y recibe (por poner un ejemplo) cien mil pesos es a la que se le deben hacer dos retenciones, una sobre la renta y otra sobre industria y comercio, dado que en Bogotá estas tarifas están bajo la misma normatividad que impacta su economía”.

Según el Ministerio de Hacienda, las tarifas oscilan entre el 1,2 % y el 4,5 %, dependiendo de la actividad económica, lo cual impacta a sectores como el transporte, agropecuario, servicios religiosos sin convenios internacionales, petróleo y carbón, comercio mayorista y minorista, salud, fabricación de papel y actividades de impresión. 

“Entran una cantidad de personas que pueden estar sujetas a retención en la fuente en materia de prestación de servicios y compras, e incluso en arrendamiento de bienes inmuebles. Esto ratifica la necesidad del Gobierno Nacional de mover flujo de caja este año sin importar las afectaciones o hueco fiscal que se pueda generar en una economía compleja sin pensar en las consecuencias”.

Las compras de productos agrícolas sin procesamiento industrial están sujetas a una retención del 1,5 % si superan los $3,4 millones. Para el caso del sector inmobiliario, las viviendas aproximadamente de $498 millones de pesos pasan por una retención del 1 %, y del 2,5 % para el exceso y otros usos. Es de resaltar la inclusión de actividades previamente exentas a nivel de comercio de vehículos usados, así como la producción agrícola. 

Vale la pena aclarar que la retención en la fuente es la manera en la que el Gobierno Nacional puede recaudar la parte de un impuesto que la persona o la empresa debe pagar. Eso quiere decir que cuando alguna persona lleva a cabo un trabajo, se le retiene parte del dinero y este se le paga al Estado.