Las obras del Metro de Bogotá continúan en marcha, y con ellas, también las afectaciones de los ciudadanos. Sin embargo, el progreso de este megaproyecto de movilidad, considerado como el más grande del país, lleva más del 53,58 % de avance general, dando como resulto mucho optimismo y dejando al descubierto el cumplimiento de los tiempos de su ejecución.

‘Revista de la Mañana’ consultó a Darío Hidalgo, profesor investigador en logística y transporte de la Universidad Javeriana para analizar los impactos hacia quienes viven en zonas aledañas a las construcciones: 

“Este tema genera grandes impactos en el acceso directo a muchos predios, especialmente a los comerciales, también se presentan desvíos, cierres, las prohibiciones de circulación hacia determinado tipo de vehículos, así como el ruido y el polvo. En algunos casos hay problemas con las excavaciones y las redes de servicios públicos, entonces se suspende el servicio de agua, la conexión telefónica o internet y esto afecta a los vecinos de la obra”.

Cuando se presentan afectaciones por la vibración, el paso de camiones y de maquinaria pesada; los vecinos pueden reclamar basados en actas. Así mismo, se evidencia la afectación del aire que puede afectar la salud de las personas.

“Mi sugerencia es no esperar a que terminen las obras proyectadas hacia el 2027, teniendo en cuenta que siguen los procesos de prueba de los trenes, entonces es mejor acercarse de una vez a la empresa Metro y solicitar una nueva inspección para realizar un contraste con la inicial y si se comprueban estas afectaciones hacer las reclamaciones, porque es un derecho de todos los vecinos para obtener solución por parte del contratista”, señaló el experto en movilidad.

La afectación de la seguridad es otro factor de inconformidad por parte de quienes viven alrededor de las obras por la presencia de polisombras o de barreras. Por lo tanto, la Administración Distrital y la Policía deben incrementar los patrullajes como acción de mejora.

“La recolección de basuras es otro problema, debido a que la obra afecta la circulación de los camiones de basura, ya que hay algunas dificultades en la recolección oportuna, se demoran y la comunidad no las debería regar sobre la calle. Por ese motivo, debe existir una coordinación que parece necesaria entre la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos y los contratistas de recolección de basura para que este fenómeno que se ha acrecentado principalmente en la avenida Caracas no se siga presentando”.

Por último, el analista puntualizó que las estaciones nuevas de TransMilenio van a ser más anchas y directamente conectadas a las del Metro en algunas oportunidades. Sin embargo, para la programación de las obras, fue necesario retirar unas estaciones mientras se hacían las pilas para instalarlas nuevamente de manera temporal, algo indispensable pues las personas lo necesitan entre tanto se termina la construcción de los puntos definitivos. Si bien su estética no es la mejor, todo ello será transitorio y en beneficio de apoyar uno de los megaproyectos de movilidad más importantes para la ciudad y por ende hacia los usuarios.