Muchos acontecimientos marcaron el uso reiterado de estas 12 palabras seleccionadas para ser la palabra del año. Sin duda, un evento que produjo una avalancha de términos, fue el de la guerra en Ucrania. De allí se desprenden palabras que se usaron en los medios de comunicación y que se referían directamente al conflicto y sus consecuencias. La economía mundial, también es un fenómeno que cada año entrega nuevos conceptos. 

Las 12 palabras se han elegido por su especial presencia en los medios de comunicación y en el debate social durante los últimos doce meses. Además, tienen interés desde el punto de vista lingüístico, ya sea por el modo en que se han formado, por su significado o, simplemente, porque han generado dudas entre los hablantes.

Esta es la décima ocasión en que la FundéuRAE elige una palabra del año. Las anteriores fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), emoji (2019), confinamiento (2020) y vacuna (2021).

Aquí está el listado de palabras candidatas para este 2022. 

Apocalipsis. Aunque denota un sentido bíblico, la palabra fue usada frente a la amenaza de una guerra nuclear o la emergencia climática. Desde el punto de vista lingüístico, para aludir a un conflicto que implica exterminio o una gran devastación, es preferible el empleo de apocalipsis, que es la denominación del lugar en el que se supone que se llevará la batalla entre el bien y el mal, según el libro bíblico.

Criptomoneda. El 2022 ha sido un año convulso para las criptomonedas, que acumulan varias caídas y han perdido gran parte de su valor. El elemento compositivo cripto- ha ampliado su significado y, además de oculto o encubierto, ahora se aplica a aquellas voces que tienen que ver con las transacciones digitales que se aseguran mediante criptografía. Con ese sentido también se han formado otros términos: criptoestafa, criptoempresa, entre otros. 

Diversidad. El diccionario académico define diversidad como “variedad, desemejanza, diferencia”. Es una palabra que ha destacado este último año por su presencia en muy distintos ámbitos, social, cultural, ambiental. Y que ha cobrado un matiz muy importante, decisivo a la hora de describir la sociedad. Está presente en muchos de los programas y declaraciones que afectan a los cambios sociales.
Ecocidio. Este sustantivo se refiere a un daño grave producido en los ecosistemas de un lugar. Está formado por la combinación de dos elementos compositivos, eco, que significa ámbito vital o ecológico, y cidio, acción de matar. 

Gasoducto. A raíz de la guerra de Ucrania, se han disparado las tensiones por el gas procedente de Rusia, del que dependen diversos países de Europa. Por lo cual es frecuente su uso en medios de comunicación, sobre todo en este continente. 

Gigafactoría. Son fábricas de baterías de automóviles que pueden llegar a almacenar un gigavatio hora. Por su frecuente manejo, la Fundación ha realizado recomendaciones para utilizar la palabra. Y explicó que en este neologismo el prefijo giga- no se emplea para expresar que se trata de una fábrica de gran tamaño, sino que se refiere a gigavatio.

Gripalizar. Es una palabra que se asocia a todos estos conceptos nuevos que arrojó la pandemia. Se define como un verbo y un derivado gripalización y se ha empleado para referirse a una nueva situación durante el aislamiento, en la que el Covid requiere una vigilancia estricta similar a la que se hace para la gripe.

Inflación. La subida generalizada de los precios en prácticamente todos los países del mundo ha centrado la atención de los medios de comunicación, de los Gobiernos y, por supuesto, de los consumidores, que han notado cómo la canasta familiar, los servicios públicos y los combustibles se han encarecido en los últimos meses. De ella han derivado otros términos: reduflación, estanflación, hiperinflación, entre otros. 

Inteligencia artificial. No se trata de un concepto nuevo, pero ha sonado con especial fuerza en 2022 debido a la multitud de aplicaciones de esta tecnología, desde hacer ilustraciones, escribir novelas o mantener conversaciones hasta programar códigos al mismo nivel que una persona. 

Sexdopaje. Se trata de un acrónimo, una palabra formada por la unión de otras, en este caso, sexo y dopaje. Es la alternativa que propone la Fundación al anglicismo chemsex, para referirse a la actividad sexual, normalmente entre varias personas y que se practica bajo la influencia de estimulantes. 

Topar. Su connotación está asociada a la economía. La inflación, y especialmente el encarecimiento del gas, en Europa, hizo que distintos gobiernos plantearan la opción de establecer un tope a los precios, es decir, toparlos. Es un verbo habitual en el ámbito económico, aunque su uso se ha extendido y ha pasado a ser frecuente en el lenguaje de los políticos y los medios de comunicación.

Ucraniano. La guerra en Ucrania ha centrado gran parte de la atención de los medios desde que comenzara en febrero. Once meses después, la invasión rusa continúa y el mundo sigue pendiente de lo que ocurre en el país gobernado por Zelenski. Aunque el gentilicio ucranio también es válido, la forma, ucraniano, es la más recomendada en las obras académicas.

La palabra ganadora se conocerá el próximo 29 de diciembre. ¿Y usted por cuál palabra vota?