Durante ocho años la directora y antropóloga Liliana Sayuri Matsuyama Hoyos sigue la transición de la infancia a la adolescencia de María, una pequeña del pueblo indígena Amorúa en Puerto Carreño, nieta de nómadas que viajaron varios siglos por las llanuras del Vichada. Resultado de este trabajo surge ‘María Salvaje’, un documental donde la niña se convierte en la excusa para develar la relación de este pueblo indígena con su entorno, con el mundo de los “racionales”, como ellos denominan a los blancos, así mismo habla de cómo la sociedad los ha llevado a situaciones de necesidad y pobreza.  

Liliana habló en ‘Amantes del Círculo Polar’, sobre la historia de esta película que desarrolló durante 15 años y que se estrena el 15 de diciembre en la Cinemateca de Bogotá. 

Liliana llegó a Puerto Carreño en el año 2007 a trabajar como antropóloga y se da cuenta de la triste realidad que viven a diario los miembros del pueblo indígena Amorúa, muchos de sus niños mueren de desnutrición. En su recorrido pudo determinar que esta problemática está atravesada por la falta de comunicación y empatía. 

Durante el desarrollo de su trabajo, la directora conoce a María y a Matilde, su abuela. La niña fue criada, en sus primeros años, en un hogar sustituto asignado por el estado, tras la muerte por desnutrición de su hermana gemela. Matilde logró su retorno a casa para criarla, pero sin perder el contacto con los “racionales”, como son llamados los “blancos”. A pesar del deseo de su abuela, María no aprendió a leer, ni a escribir, camina descalza por las calles del pueblo y se fuga del rancho de su abuela. Liliana les propone hacer un recorrido a su territorio ancestral hacia los ríos Tomo, Vichada y Orinoco, y allí empieza el viaje.

“Pensé en incluir más niños Amorúa en el documental, pero María define lo que podría denominarse, la esperanza”, dice Liliana acerca de sus intenciones al comenzar el trabajo de grabación.  

Tiempo después, la directora se marcha de la zona y viaja a España, pero con la firme intención de regresar. Cuando lo hace, se reencuentra con una María adolescente que le parece definitivamente más cercana a esos ríos, a las rocas y a las sábanas que, al pueblo. Con su rebeldía intacta, pero enfrentándose de manera desbordada a una sociedad en la que no es posible encontrar su lugar. 

Este documental es un retrato incómodo de una realidad de la que poco se habla, lanza preguntas apremiantes sobre el futuro de María y tantos otros jóvenes indígenas exiliados de su tierra y su cultura, en un universo de miseria, narcotráfico y prostitución que no brinda un espacio de integración, cuidado o respeto.
Liliana comenta que vio situaciones en las que las jóvenes Amorúas eran tratadas con mucho desprecio y quisiera que por un momento la gente se pusiera en los zapatos del otro. “Es como ser capaces de pararse en el lugar del otro, aún cuando es muy diferente, yo quisiera que se pensara en eso y concretamente en el caso de los Amorúas y otros pueblos, que ojalá tuviéramos una sociedad donde les pudiéramos ofrecer lo mejor de nosotros”.

‘María Salvaje’, ha recibido importantes reconocimientos como el premio ‘Documenta Caracas’ 2019, fue parte del ‘Taller Documental’ del FICCI Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias en el 2016 y recibió la Beca de Antropología Visual ‘Nina S. de Friedemann’ 2012 del Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH, entre otros. En el equipo trabajo hay más de veinte personas, donde se destaca la presencia femenina.

Estreno, 15 de diciembre a las 7:00 p.m., en la Sala Capital de la Cinemateca de Bogotá.