Vuelve y juega, uno de los mejores directores, Luca Guadagnino regresa a la carga, esta vez no está en Europa, sin embargo, muestra muy bien la esencia del lugar. Ustedes me entenderán, sus cintas; ‘Call Me By Your Name’ (2017) y el remake de ‘Suspiria’ (2018), lo reflejan. En esta oportunidad cambia de continente para hacer ‘Bones and All’.

De antemano quiero advertirles que no soy amante del género del terror, pero ante este director y los dos protagonistas, él muy conocido, ella no tanto, Ruseell fue la ganadora en el Festival de Venecia como Mejor Actriz, razón suficiente para verla. Con mucha cobardía entre solo al cine (lo cuento con orgullo), les advierto que no es una película tradicional de terror, no es para cerrar los ojos, gritar y luego reír. Así que, si esa es su intención perderá el dinero. 

En la propuesta de Guadagnino prima el amor, el gore y terror, perdón por el pleonasmo, pero hay sangre, mucha sangre. ¿De qué va la historia? Pues, cuenta el primer amor entre Maren, una joven que está aprendiendo a sobrevivir al margen de la sociedad, y Lee, un vagabundo con ideas muy intensas que vive marginado. 

Los hechos se desarrollan en los años 80, viven en la oscuridad, no pueden parar, las carreteras son su destino, para huir y para encontrar su razón de ser, es decir es un film de carretera. 

Ese viaje de doble vía es clave porque a lo largo del relato descubrimos quienes son ellos y de dónde vienen, pero en profundidad, ya que sabemos que son caníbales, así como ya tenemos el imaginario de los vampiros, aquí no estamos ante unos asesinos seriales, sino una especie que necesita comer carne humana para sobrevivir, no hay maldad, o si la hay se entiende que es un caso de supervivencia, de amor, de necesidad y de adicción. 

Dos seres perdidos que encuentran su complemento en un mundo extraño que no los acepta, una metáfora que se cuenta sola en la etapa de la adolescencia, lo poderoso del largometraje es el realismo, no existe una estructura de fantasía, hay rechazo y aceptación, la música es fuerte y la atmosfera a ratos lenta le da más énfasis en dramatismo a esta potente propuesta.  

No deja de ser paradójico, pero de sus trabajos ya mencionados: ‘Llámame por tu nombre’ y ‘Supiria’ en ‘Hasta los huesos’ encontramos esa unión, el primer amor adolescente y el terror de Dario Argento.