Su última película pasó sin pena ni gloria en nuestro país, afortunadamente. En ‘Loving Pablo’ (2017) Bardem interpretaba a Pablo Escobar, sin buen acento y con poca credibilidad. Pero, la filmografía más personal de Fernando León de Aranoa sí que vale la pena.

El mejor ejemplo es ‘Los lunes al sol’ (2002) una obra llena de genialidad, humor, reflexión social. Seguimos la vida de un grupo de empleados que perdió su trabajo y con ello lo perdieron todo, menos la dignidad. Luis Tosar y Bardem fueron los inspiradores revolucionarios que cargan con ese doloroso guion, sí, una obra de arte. 

Casi 20 años después vuelve el director a las intenciones más ocultas de los trabajadores, en esta ocasión la mirada de León es completamente opuesta, la hace desde el dueño de la empresa. Javier Bardem interpreta a Julio Blanco, el propietario de industrias Blanco, una fábrica de balanzas industriales que está nominada a ganar un premio a la excelencia empresarial por el gobierno local. 

En una semana deberá dar la mejor imagen para obtenerlo, no sobra decir que no le faltan reconocimientos por su trabajo, así son los que tienen mucho, siempre quieren más, nunca es suficiente y hay que hacer lo que toque hacer para obtenerlo. 

El veterano jefe, no tiene hijos, según él no los necesita porque para eso están sus trabajadores a quienes acompaña, escucha, ayuda y orienta como un gran jefe. 

El lema de la compañía es “Esfuerzo, equilibrio, fidelidad” y de esta frase podemos resumir la cinta. Eso sí, es de vital importancia resaltar que estamos ante una comedia, llena de sátira. 

Entonces volvamos al eslogan que comienza por el “esfuerzo”, como todo un buen patrón su gran esfuerzo, fue heredar, así que el chiste se cuenta solo, no es tan gracioso, es cierto, igual nos da risa, porque que más hacemos en un mundo en el que no todos somos iguales. 

El “equilibrio”, vital en una empresa de balanzas, debería ser el primer objetivo, pero no, está en la mitad y todos somos iguales siempre y cuando el patrón lo diga, si dice otra cosa hay que cambiar y acomodarse, aquí no importa si la justicia tiene los ojos vendados, lo que realmente interesa es que el patrón tenga la razón. 

Finalmente, está la fidelidad, no con las personas, sino con la empresa que siempre tiene que ir bien, porque si a la empresa le va bien, al jefe le va bien y si al jefe le va bien, todos se tienen que alegrar.

Ante tanta canallada, en ocasiones olvidamos que estamos viendo una comedia, ya que es una mirada descarnada del capitalismo, manejada con maestría por un sátrapa, un hombre carismático y oscuro que a pesar de su asquerosa personalidad, se gana el cariño del espectador, no porque seamos malas personas, o de pronto sí. No descartamos que si tenemos el poder, podríamos actuar de esa manera, eso no está por discutir, o solo somos esclavos de esa manipulación que en el fondo creemos que uno es pobre porque quiere. 

La verdadera razón por la que simpatizamos es por el enorme trabajo de Javier Bardem, su discurso paternalista, su tono conciliador, su mirada y ese don humano de ofrecer siempre ayuda que aparenta ser sin interés, es una absoluta maravilla. Una muy buena actuación. 

Sin duda, ‘El buen patrón’ es una excelente película, no perfecta, realmente vale la pena verla, analizarla y sufrirla. Sin embargo, con todo eso, no puedo dejar de pensar que fue un gran error de España, el no haber elegido a ‘Madres Paralelas’ de Pedro Almodóvar para que participará en los premios Óscar, ya que está cinta no llegó a las nominadas, mientras que Penélope Cruz, sí fue nominada por su actuación.