“La Administración Distrital ha presentado logros con respecto a la reducción de la pobreza en la ciudad. Sin embargo, quedan pendientes retos estructurales que requieren una acción sostenida y coordinada para consolidar una transformación social inclusiva y equitativa”, a esta conclusión llegó el concejal Armando Gutiérrez. 

En principio destacó que el más reciente reporte oficial del DANE indicó que, en 2023, la pobreza monetaria en Bogotá se ubicó en 23,7 %, mientras que la pobreza extrema alcanzó el 5,5 %. Es así como más de 325.000 personas salieron de la pobreza monetaria y cerca de 201.000 salieron de la pobreza extrema en ese período.

“Con respecto a Ingreso Mínimo Garantizado, es de resaltar que, durante el segundo semestre de 2024, la estrategia fue rediseñada para mejorar su focalización y eficiencia y sus impactos fueron notorios, ya que en 2023 evitaron que 222.000 personas cayeran en la pobreza monetaria y que 215.000 lo hicieran en la pobreza extrema”, explicó el cabildante Gutiérrez a LAUD 90.4 FM ESTÉREO. 

Por otra parte, Bogotá ha mostrado una recuperación más acelerada del mercado laboral en comparación con el promedio nacional. Sin embargo, la informalidad continúa siendo un gran obstáculo, ya que, en 2024, el 33 % de los trabajadores bogotanos no cotizaban a seguridad social. 

Los retos en términos de superación de pobreza siguen siendo grandes en tanto persistas las desigualdades en termas de acceso a servicios básicos, empleo digno, salud, cuidado y educación, que afectan con mayor fuerza a mujeres, personas mayores, hogares con niños y personas con discapacidad. Estas brechas requieren un manejo que vaya más allá de las transferencias monetarias y se enfoquen en generar condiciones efectivas de movilidad social.

Igualmente, el Plan Distrital de Desarrollo 2024-2027 busca involucrar las transferencias condicionadas con rutas de inclusión productiva, formación para el trabajo, emprendimiento, educación y acceso a servicios sociales, generando capital humano. 

De esta manera, estas ayudas mencionadas no solo aliviarían carencias inmediatas, sino que pueden impulsar procesos permanentes de superación de la pobreza. Para ello, se busca fortalecer la Base Maestra como instrumento de focalización inteligente que se orientará la inversión social y se consolidarán mecanismos de interoperabilidad de datos entre entidades.